Cuentopos de Gulubú
María Elena Walsh
Ilustraciones de Sandra Lavandeira
Buenos Aires
Alfaguara
2010

En el bosque de Gulubú (y en otros lugares lejanos) suceden cosas muy extrañas… Un gato que convive con una plantita dentro de un zapato; una letra que baila en los cuadernos; un príncipe que no es sapo, sino mariposa; un árbol que da sombreros; un circo en el fondo del mar; un muñeco de nieve que vuela en barrilete; un sapo que es “la persona más sabia del bosque”… Y múltiples interrogantes que disparan nuestra imaginación… ¿Dónde comprará mocasines una señora elefanta? ¿Puede haber un enanito y siete Blancanieves? ¿Será fácil la vida de un gatopato? ¿Por qué no encontrará novia Osofete Colorete?

Este famosísimo libro de María Elena Walsh (publicado por primera vez en 1966) está compuesto por dieciséis cuentos (o “cuentopos”, si lo decimos en el correcto japonés de la princesa Sukimuki). Algunos de sus títulos retoman diversas tradiciones, ya sea por su forma (“Capítulo 3. Donde se cuentan las catastróficas aventuras de una señora y su nene”) o por su contenido (“El enanito y las siete Blancanieves” o “Historia del domingo siete”). Muchos de ellos finalizan con versos que nos sumergen en el mundo de la narración oral: “Y así, con un garabato, /se acaba el cuento de Murrungato”.

Los lectores son invitados a participar de los relatos, ya que frecuentemente el narrador los involucra haciéndoles preguntas, pidiéndoles que guarden algún secreto, e, inclusive, permitiéndoles que elijan el nombre para “Nene”, uno de los personajes.

Las ilustraciones de Sandra Lavandeira son complejas en el trabajo con los materiales artísticos, creativas en su diseño y aportan alegría y color a la prosa de María Elena Walsh, en la cual, como es de esperarse, también puede apreciarse la musicalidad propia del ritmo poético. Por este motivo, invita a la lectura en voz alta, y, como toda la obra de esta autora, al encuentro de distintas generaciones de lectores en el acto de compartir la palabra.

Carina Curutchet
(agosto de 2012)