El hombrecito IX
El hombrecito IX
Luján, Jorge
Ilustraciones de Manuel Monroy
Nostra Ediciones
2012 (Edición especial para el MEN)
El registro poético al que nos tiene acostumbrados Jorge Luján se derrama en las páginas de es este hermoso libro, ilustrado por Manuel Monroy, diseñador gráfico e ilustrador mexicano. Los colores diluidos en pinceladas de acuarela acompañan las palabras trazadas por la pluma de este escritor de origen cordobés, residente desde 1976 en México.
El hombrecito IX está compuesto por siete breves textos, difíciles de encuadrar genéricamente. Se trata de relatos protagonizados por este hombrecito que reside en un pueblo, cuyos habitantes, en principio, se sienten orgullosos de convivir con un “sabio”. A medida que avanzamos en la lectura, descubrimos a un personaje profundo, inquietante, cuya sabiduría reside en ver lo que se oculta a la mayoría; despreciar ciertos honores y ciertas normas; enfocar la vida con una mirada fresca y poética; interpretar y responder en forma desprejuiciada y desafiante las preguntas y decisiones que debe enfrentar. Los primeros textos hablan de hallazgos, de encuentros, de diálogos fecundos. Los últimos, también incluyen despedidas, separaciones, pruebas, que no son, sin embargo, dolorosas. La “fuerza de la naturaleza”, título del primer texto; la mirada desautomatizada; la palabra literaria, ingenuamente sabia; la madurez y profundidad de este hombrecito infantil y despojado dan vida a un pueblo mientras dura la escritura. La partida del protagonista, que coincide con la partida del lector que cerrará el libro y el pacto instaurado en la lectura, se dan sin embargo entre “carcajadas”.
Un texto en el cual los colores se fusionan; los límites genéricos se transgreden; los bordes se diluyen; las relaciones (entre los personajes, entre las palabras, entre la escritura y la ilustración, entre las texturas de la página) se abren a nuevas posibilidades. Una experiencia estética conmovedora y potente, que nos invita a leer este libro y el afuera de este libro -ya que las fronteras se quiebran- con una mirada y una voz liberadas.
Carola Hermida