Lo que escuchó un pajarito
Rivera, Iris y Degliuomini, Claudia
Zaragoza
Edelvives
2012
Que a Iris Rivera le gusta jugar con las palabras es algo que todos sus lectores sabemos. Por eso, leer este poema es como volver a casa. Y digo volver a casa porque este pajarito va enlazando los versos de la infancia, esos que unos le cuentan a otros y que van pasando de generación en generación, como herencia, como juego, como caricia. Y al final, nunca se sabe quién los dijo por primera vez –o si es algo que nos contó un pajarito-.
Rivera toma esos versos para mezclarlos, reescribirlos y transformarlos en otro poema, un poema que, como un aleph, es uno y es todos al mismo tiempo.
Claudia Degliuomini también juega con las palabras: lo hace en relación con el espacio, con la tipografía, los colores y, de esa manera, también desde el lenguaje de la plástica, nos cuenta “lo que escuchó un pajarito”.