Los casos de Anita Demare
Los casos de Anita Demare
- 14 agosto, 2016
- Posted by: Jitanjáfora
- Category: Noticias
Los casos de Anita Demare
Norma Huidobro
Buenos Aires
Norma
2013
La colección que publica la Editorial Norma desde el año pasado presenta cuatro novelas dirigidas a los jóvenes lectores unidas por un personaje, un concepto y un género: el policial. Los títulos de la serie son Una luz muy extraña, La gata en el balcón, El caso del anillo de esmeraldas, El caso del paraguas floreado. Anita Demare es una nena con una infinita curiosidad, con ganas de hacer cosas, con un espíritu vital que se interesa por el mundo que la rodea. De este modo, se refuerza una manera de abordar el policial que ya ha sido explorada por otros autores de literatura infantil y juvenil y por la misma Norma Huidobro en otras novelas: el caso se presenta cercano, metido en el mundo cotidiano de los chicos, en su barrio, en su propio edificio, en su escuela, mostrando que la ficción puede inmiscuirse con mucha facilidad en la vida diaria, basta con mirar alrededor con ojos curiosos y espíritu literario para descubrirlo y desentrañarlo. El caso puede ser más o menos complejo, pero siempre es misterioso y mantiene en vilo al lector. El detective es un niño o un joven que no actúa solo, sino acompañado por un compañero, un amigo, que comparte el interés por el misterio y no le tiene miedo a nada. El final siempre es tranquilizador. El recurso se repite en todas las novelas, con algunos toques de estilo, como en el caso de Anita Demare, donde las notas en la libreta de la investigadora exhiben el procedimiento de la investigación a la vez que las maneras de escribir de los chicos, es decir, los cuadernos de notas en cursiva ponen en escena no sólo la cocina de la investigación sino también la cocina de la escritura. Los libros invitan a los chicos (lectores más o menos entrenados, que ya pueden seguir una novela de más de 100 páginas y que gustan de las continuaciones) a convertirse ellos mismos detectives, a escribir sus notas, asumiendo la primera persona (para lo cual se incluyen al final unas páginas en blanco), a mirar el mundo cotidiano con ojos más sagaces, a seguir las pistas que la realidad nos va dejando para ser más activos, para intervenir en la historia de sus vidas, porque vale decirlo, el método de estos detectives no consiste en sentarse a pensar en un sillón, sino en salir a la calle en bicicleta a interrogar el mundo.
María José Troglia
(Abril de 2014)