Petit el monstruo
Petit el monstruo
Isol
Buenos Aires
Calibroscopio
2013
Una vez más Isol nos hace mover en el asiento con un libro provocador, irónico, divertido y profundo al mismo tiempo.
Petit es un nene como tantos otros (es un pequeño, un menor, un ser que todavía no sabe discernir del todo, es un «petit» bastante genérico) que se debate entre el bien y el mal, o más bien entre las representaciones y las normas que definen qué es ser bueno y qué es ser malo. Como todos los nenes, en algunas cosas es bueno y en otras malo, a veces hace las cosas bien y a veces no tanto. Confundido, Petit se cree un monstruo porque no termina de ser bueno del todo ni malo del todo, y los adultos no ayudan nada para aclarar este complejo enigma moral.
Un libro que escapa de la moraleja pero que deja pensando, que toma la voz de un niño, su mirada, sus sentires, pero para interpelar a los adultos que tanto insistimos en esto de «portarse bien».
Los personajes de Isol, en las palabras y en los dibujos, son siempre inquietantes y algo raros (alguna vez un jurado los calificó como «psicóticos»), porque exhiben un lado de las cosas que muchas veces no está expuesto, no se conforman con el relato oficial, y en su misma imperfección (las ilustraciones se vuelven en algunas partes tan monstruosas como el sentimiento de Petit) sacan a la luz los modos a veces torcidos que los grandes tenemos de pensar la infancia y de tratar a los niños y los contornos imprecisos de las personas, del mundo, llenos de claroscuros y de líneas que no terminan de definirse.
El libro de Isol es un libro que se acerca a la filosofía tanto como a la literatura, profundo e importante, pero a la vez es un libro sobre un nene común, al que esas cosas que le pasan, las de todos los días, lo llenan de preguntas, como a todos los chicos. Nos queda a los adultos ensayar algunas respuestas.
María José Troglia
(diciembre de 2014)