Los sueños de la bella durmiente
Los sueños de la bella durmiente
- 5 abril, 2019
- Posted by: Jitanjáfora
Los sueños de la bella durmiente
Gattari, Florencia / Ilustraciones de Michell, Laura
Buenos Aires
SM
2014
56 pág.
Creció y un día salió del palacio/(eso sí es como dicen los cuentos)/Salió y se internó por las calles del reino./ Y vio que la vida era eso: /una vieja muy vieja hurgando unos restos, /un niño perdido, una casa con hambre,/por almuerzo unas papas. (María Teresa Andruetto, La durmiente)
“Donde la historia comienza”, “Regalos”, “Sueño”, “Búsqueda”, “Despertar” y “Donde termina la historia” son las partes de Los sueños de la bella durmiente, este relato de Gattari; pero, además, son las partes de la vida del ya conocido personaje femenino que nace en un reino y, por un olvido, un hada malvada le regala un sueño que parece eterno (“Hay quienes dicen que era un hada mala y puede que lo fuera, aunque hay que saber también que a nadie le gusta quedarse al margen de los festejos”). También hay un príncipe que busca y, no fácilmente, encuentra y despierta.
Pero además de esta historia, propia de la realeza y los cuentos maravillosos, se teje otra cercana al lector, cotidiana, universal, la historia de quienes sueñan. Gattari dice: “cuando pienso en soñar, no me imagino estar quieta: creo que ahí está el motor de casi todas las cosas que hacemos, aunque a veces nuestros sueños estén muy bien escondidos.” Esa cercanía entre las dos historias, además, está presente a lo largo del relato, acercándose y alejándose del lector, quien es ubicado por la autora como un testigo cercano, al que se le muestran y ocultan cosas de lo que sucede, las “historias silenciosas” y la “vida de todos los que soñamos”.
Las palabras de Gattari y la recuperación que de ellas hace la ilustradora Laura Michell, además de narrar la vida de esa princesa, su príncipe, las hadas… habla acerca de la naturaleza: árboles como el ciprés y el almendro, pájaros como la golondrina o el águila sostienen poéticamente una historia “en medio de los árboles y debajo de los pájaros”.
Rocío Malacarne (abril de 2019)