Compiladores: Valeria Paz y Rocío Malacarne

Año:

Título: La escoba de la viuda
Autor: Van Allsburg, Chris
Editorial: Fondo de Cultura Económica
Lugar de Edición: México
Año: 1993
Más info:

Título: Brujas con poco trabajo
Autor: Schujer, Silvia y Kern, Sergio
Editorial: Primera Sudamericana
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2003
Más info: Libros del bolsillo

Título: Blancanieves
Autor: Jacob & Wilhelm Grimm. Adaptación de Kabod, Suzanne. Traducción de Gallo Krahe, Elena Ilustraciones de Lacombe, Benjamin
Editorial: Edelvives
Lugar de Edición: Milán
Año: 2011
Más info:

Título: La verdadera historia de caperucita 2
Autor: dir. Mike Disa. Protagonizada por Glenn Close
Editorial: The Weinstein Company
Lugar de Edición: Estados Unidos
Año: 2011
Más info: Edad sugerida: todo público.

Título: Boris Orbis y la vieja de la calle 24
Autor: Suárez, Patricia
Editorial: Primera Sudamericana
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2011
Más info: Ilustraciones de mEy!

Título: Cinco enfados
Autor: Keselman, Gabriela y Elizalde, Marcelo
Editorial: Aique, Anaya
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2010
Más info: Edad sugerida: a partir de 6 años.

Título: Radiografía de una bruja
Autor: Ferro, Beatriz y Pico, Elena
Editorial: Del Eclipse
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2008
Más info: Colección libros-álbum del eclipse

Título: Recetas secretas de brujas y hadas
Autor: Falbo, Graciela y Singer, Irene
Editorial: Primera Sudamericana
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2009
Más info: Colección Puercoespín. Edad sugerida: a partir de 6 años.

Título: “Rojo”. En: Sucedió en colores
Autor: Bodoc, Liliana
Editorial: Alfaguara
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2008
Más info: Colección Alfaguara infantil. Serie morada

Título: Cuentos con brujas
Autor: Cabal, Graciela Beatriz – Ilustraciones de Lavandeira, Sandra
Editorial: Alfaguara
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2011
Más info: Colección Alfaguara infantil. Serie Naranja.

Título: Genealogía de una bruja
Autor: Perez, Sébastien y Lacombe, Bejamin
Editorial: Edelvives
Lugar de Edición: Italia
Año: 2009
Más info: contiene dos libros: La pequeña bruja y Brujas y hechizos

Título: Brujas sueltas
Autor: Pisos, Cecilia
Editorial: Primera Sudamericana
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2004
Más info: Colección pan flauta.

Título: La bruja Baba-Yaga
Autor: Selección de Marcela Carranza. Traducción de Pepín Cascarón. Ilustraciones de Ivan Bilibin.
Editorial:
Lugar de Edición:
Año:
Más info: http://www.imaginaria.com.ar/2011/11/cuentos-populares-rusos-%E2%80%9Cla-bruja-baba-yaga%E2%80%9D/

Título: “¡Basta de brujas!”, en: Basta de brujas y otros cuentos.
Autor: Falbo, Graciela
Editorial: Primera Sudamericana
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2009
Más info: Colección pan flauta. Serie violeta. Edad sugerida: a partir de 9 años.

Título: Las brujas
Autor: Dahl, Roald
Editorial: Alfaguara
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2009
Más info: Colección Alfaguara infantil. Serie naranja. Edad sugerida: desde los 10 años.

Título: Mi Pequeña Enciclopedia Larousse. Hadas y Princesas
Autor:
Editorial: Larousse
Lugar de Edición: México
Año: 2006
Más info: Edad sugerida: a partir de 3 años.

Título: 15 de brujas
Autor: Wolf, Ema… et al.
Editorial: Sudamericana
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2010
Más info: Colección Primera Sudamericana.

Título: El libro de los hechizos
Autor: Pisos, Cecilia. Ilustraciones de Villamuza, Noemí
Editorial: Aique Grupo Editor
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2010
Más info: Colección Sopa de Libros. Audio disponible en la voz de la autora en http://www.ceciliapisos.com.ar (consulta: 10/04/2012)

¿Cómo reconocer a una bruja? es casi una pregunta milenaria. Presentes desde la antigüedad, con un rol fundamental en la tribu; develando el futuro de un héroe; siendo condenadas; convirtiéndose en imagen literaria… Las brujas han pasado a convertirse en un tipo literario común y reconocido desde la primera infancia: Cuidado que puede venir la bruja (si es que el hombre de la bolsa no estaba disponible en ese momento) cuando un niño no obedecía a sus padres; chicos haciendo brujerías y pociones mágicas con todo ingrediente que encontrara en su cocina; el juego de la bruja de los colores cuyos participantes huirán asustados de alguien que intenta atrapar, nada más ni nada menos, que unos hermosos colores (tal vez, porque a ella le falten todos). No sólo en la niñez son representadas: ¡Fulana es una bruja! es una frase que se puede oír actualmente en cualquier conversación cotidiana.

Entonces, ¿qué pasos debe seguir alguien para reconocerla? Simples: 1. buscar una nariz prominente (no confundirse con la de Pinocho); 2. escuchar una risa un tanto particular; 3. seguir al gato negro que da vuelta a la esquina; 4.guiarse por los humos que salen de un caldero mágico; 5. mirar al cielo en busca de alguna escoba y, por qué no, 6. perseguir, alejado y con muchísima cautela, a esa extraña mujer que le acaba de cortar un mechón de pelo. Servirá identificarla a partir de algunas lecturas: aquella malvada madrastra de Blancanieves que no duda en envenenar una inocente manzana; la vieja de la Calle 24 que cuelga gatos boca abajo en la novela Boris Orbis y la vieja de la Calle 24; Las brujas de Roald Dahl o

“La bruja Baba-Yaga”. Pero si uno está muy ansioso en el encuentro puede apelar a la guía telefónica, como el protagonista de Cinco enfados que busca alguna para que embruje a su antojo (B. Bailarines. Basureros. Bomberos. Br. Bru. Brujas. –¡Ya está!-).

Hasta aquí parece ser bastante sencillo encontrarlas, siempre buscándolas en su momento de trabajo. Sí, porque ser de las más malas no es cuestión de ocio sino de mucho sacrificio, como las presentadas por Silvia Schujer y Sergio Kern en Brujas con poco trabajo. ¿Habrán pasado de moda? Tal vez sea eso o que sus hechizos ya no son tan útiles, como les sucede a las protagonistas de “¡Basta de brujas!”…

Pero, ¿son así todas? En este camino de lectura, del que conviene tener cierta precaución, se propone espiar (acercase, tal vez, sea demasiado peligroso) distintas imágenes de brujas: algunas serán las esperadas y otras muy distintas, personajes tan cercanos como puede serlo alguien como nuestra vecina y hasta algún político. Tal vez, para decir abracadabra no se necesite nariz.