Compiladores: Cintia Belén Pellegrini y Rocío Malacarne
Año: 2012
De lluvia, de lágrima, de mar, de océano, de llanto, de sopa, de charcos, de barro y de muchas formas más puede ser tan sólo una gota de agua. Si nos dejamos tentar y la probamos, puede ser tanto dulce como salada, según sea quien llore de tristeza o de alegría. Si miramos hacia el cielo en una tarde de lluvia con sol, podremos percibirla tan finita como cuando nos salpica el mar sobre una escollera, o tan gruesa como flechazos al corazón. En las gotas de agua pueden habitar desde seres microscópicos hasta bestias y monstruos marinos. Pero, ¿para qué sirve una gota? Mmm, depende de quién la use, ya que puede acompañar a un barco de papel a través de grandes distancias o quedar quieta en una mejilla.
El recorrido que se presenta a continuación traza una camino de lecturas que parte de la información científica, destinada aquellos curiosos a los que les apasiona la naturaleza y sus fenómenos, para darle paso al océano de la ficción, en donde se embarcarán como marineros, tantos los pequeños lectores como aquellos navegantes experimentados que ya conocen de tormentas, piratas e islas deshabitadas.