Con sabor a abuelos
Con sabor a abuelos
- 12 noviembre, 2018
- Posted by: Jitanjáfora
Compiladores: Rossana Bernasconi, Ma. Elena Estruch y Esther Mora
Año: 2018
Título: El jardín del abuelo
Autor: Lane Smith
Editorial: Océano
Lugar de Edición: España
Año: 2012
Más info:
Título: "Abuelita del retrato" En Antología de la poesía infantil
Autor: Cecilia Borja
Editorial: Kapelusz
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 1973
Más info:
Título: "Los dos abuelos" en El espejo distraído
Autor: Elsa Bornemann
Editorial: Alfaguara
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2001
Más info:
Título: La visita de osito
Autor: Marice Sendak y Else Holmelund Minarik
Editorial: Kalandraka
Lugar de Edición: España
Año: 2015
Más info:
Título: Abuela de trapo
Autor: Ángeles Durini
Editorial: Eudeba
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2016
Más info: Colección LIbros del Chiribitil. Ilustrado por Lucas NIne
Título: La manta de las historias
Autor: Ferdia Wolff , Harriet May Savitz y Elena Odriozola
Editorial: Norma
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2015
Más info: Colección Buenas Noches
Título: El globo azul
Autor: Julia Rossi y Jorge Cuello
Editorial: Comunicarte
Lugar de Edición: Córdoba
Año: 2007
Más info:
Título: Árboles de pan
Autor: Julia Rossi y Nicolás Arispe
Editorial: Comunicarte
Lugar de Edición: Córdoba
Año: 2015
Más info:
Título: Duraznos
Autor: Ma. Cristina Ramos
Editorial: Quipu
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2016
Más info:
Título: Un puñado de semillas
Autor: Mónica Hugues y Luis Garay
Editorial: Calibroscopio - Ekaré
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2013
Más info:
Itinerario de lectura: Con sabor a abuelos
Lectura: El jardín del abuelo. Lane Smith
Cita completa: Lane Smith. El jardín del abuelo. España, Océano Travesía. 2012
Edad sugerida: desde los 4 años en adelante
Lectura: Abuelita del retrato. Cecilia Borja
Cita completa: Blanca de la Vega, Antología de la poesía Infantil. Buenos Aires, Kapelusz .1973
Edad sugerida: desde 5 años en adelante
Lectura: Los dos abuelos. Elsa Isabel Bornemann
Cita completa: Elsa Isabel Bornemann. El espejo distraído. Buenos Aires, Alfaguara. 2001
Edad sugerida: desde los 5 años en adelante
Lectura: La visita de osito. Else Holmelund Minarik
Cita completa: Else Holmelund Minarik. Maurice Sendak. La visita de osito. España, Kalandraka. 2015
Edad sugerida: desde los 5 años en adelante
Lectura: Abuela de trapo. Ángeles Durini
Cita completa: Ángeles Durini. Lucas Nine. Abuela de trapo. Buenos Aires. Eudeba, Cuentos del Chiribitil. 2015
Edad sugerida: desde los 5 años en adelante
Lectura: La manta de las historias. Ferida Wolff y Harriet May Savitz
Cita completa: Ferida Wolff y Harriet May Savitz. Elena Odriozola. La manta de las historias. Buenos Aires, Norma, colección Buenas Noches. 2015
Edad sugerida: desde los 6 años en adelante
Lectura: El globo azul. Julia Rossi
Cita completa: Julia Rossi. Jorge Cuello. El globo azul. Córdoba, Comunicarte. 2007
Edad sugerida: desde los 6 años en adelante
Lectura: Árboles de pan. Julia Rossi
Cita completa: Julia Rossi. Nicolás Arispe. Árboles de pan. Córdoba, Comunicarte. 2015
Edad sugerida: desde los 6 años en adelante
Lectura: Duraznos. María Cristina Ramos
Cita completa: María Cristina Ramos. Irene Singer. Duraznos. Buenos Aires, Quipu. 2016
Edad sugerida: desde los 8 años en adelante
Lectura: Un puñado de semillas. Mónica Hughes
Cita completa: Mónica Hughes. Luis Garay. Un puñado de semillas. Buenos Aires, Calibroscopio. Ediciones Ekaré, 2013.
Edad sugerida: desde los 8 años en adelante.
Leemos juntos
¿Abuela de qué?
La mía, por ejemplo, es de trapo.
Pero si sacás una ramita, la tuya será:
abuela de ramita
o si sacás una hormiga:
hormiga de abuela
y así:
abuela botón
abuela de suela
de lana de abuela
plumabuela
abuela madera
………………………..
abuela manzana
abuela de escarcha
abuelata
abuela de pan
de agua
de luna y de flor.
Ángeles Durini
Elegir un itinerario de abuelos y abuelas es adentrase a nuestras raíces, es bucear en los afectos más genuinos. Es descubrir en El jardín del abuelo los indicios que permiten revelar la vida de ese hombre tan querido; observar agudizando nuestros sentidos las ilustraciones que se entrelazan con las palabras y estructuran un relato abierto a múltiples significados.
Se trata también de recordar olores y sabores de nuestra primera infancia; rememorar versos y coplas de aquí y de allá, otras lenguas y dialectos; juegos, costumbres y tradiciones colmadas de sabiduría como lo muestran los poemas de Elsa Bornemann y Cecilia Borja.
Como mostramos en la cita del epígrafe, ¿Abuela de qué?, del libro Abuela de trapo hay muchas formas de abrazar a una abuela: cuando vamos de visita, como lo hace Osito mientras nos cuenta una maravillosa historia o cuando disfrutamos de sus dulces.
Los niños aman sentarse para escuchar historias, en La manta de las historias de Babba Zarrah, quien no duda en desbaratar en secreto esa manta de lana para tejer a los niños y gente de su aldea ropa nueva. Pronto no le queda ni un hilo de la manta, pero los aldeanos tienen una solución para eso…
El globo azul puede aparecer en cualquier momento y seguir a la Luisa, una abuela un poco olvidadiza, por todo el vecindario; ella no puede imaginarse que el amor aparecerá justito detrás de él.
La abuela de Árboles de pan hablaba a los pájaros que iban a comer sus migas de pan, de bizcochos y galletitas. Los pájaros eran felices y de tanto que la querían un día se la llevaron volando alto, muy alto. Cuentan que, de las miguitas húmedas de lluvia brotaron plantas, y en la primavera, florecen miguitas en la rama de los árboles de pan.
Hay aromas que perpetúan momentos mágicos: tardes de juegos al sol, la abuela en la cocina preparando dulces para los nietos, noches leyendo libros en la biblioteca del abuelo. Duraznos es una historia de amor, ternura y recuerdos para leer en familia que llegará al corazón de todos.
Después de limpiar el terreno para hacer un huerto, la abuela de Concepción le dijo:
“Recuerda guardar suficientes semillas para la próxima siembra. Así, nunca te faltará de comer”
Sabias palabras que le muestran a una niña a sobrevivir en la pobreza y marginalidad.
Los abuelos y abuelas se van… ¿para siempre? Tal vez sí, por eso sentimos una inmensa tristeza; tal vez no, porque nos queda lo que aprendimos con ellos: a guardar semillas y a sembrar, sus cuentos o sus cantos, su ternura infinita. Recordar (“pasar por el corazón”), ellos viven en nuestra memoria, como miguitas de pan que florecen en primavera en algunos árboles…
Rossana Bernasconi, María Elena Estruch, Esther Mora.
Noviembre 2018