Voces por un laberinto de novelas
Voces por un laberinto de novelas
- 4 diciembre, 2011
- Posted by: Jitanjáfora
Compiladores: Soledad Vitali
Año: 2011 (Diciembre)
Título: Memorias de Vladimir
Autor: Suez, Perla
Editorial: Alfaguara Juvenil
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2007
Más info: Edad sugerida: A partir de 12 años
Título: El juramento de los Centenera
Autor: Carreras de Sosa, Lydia
Editorial: Edelvives
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2009
Más info: Edad sugerida: Para jóvenes y adultos
Título: Un secreto en la ventana
Autor: Huidobro, Norma
Editorial: SM
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2008
Más info: Edad sugerida: A partir de 9 años
Título: Octubre, un crimen
Autor: Huidobro, Norma
Editorial: SM
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2008
Más info: Edad sugerida: A partir de 12 años
Título: Manuela en el umbral
Autor: Pérez Sabbi, Mercedes
Editorial: Edelvives
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2011
Más info: Edad sugerida: A partir de 10 años
Título: Mientras duermen las piedras
Autor: Ramos, María Cristina
Editorial: Edelvives
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2009
Más info: Edad sugerida: Para jóvenes y adultos
Título: El alma al diablo
Autor: Birmajer, Marcelo
Editorial: Grupo Editorial Norma
Lugar de Edición: Bogotá
Año: 1994
Más info: Edad sugerida: Para jóvenes y adultos
Título: Desde el ojo del pez
Autor: De Santis, Pablo
Editorial: Alfaguara Juvenil
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2008
Más info: Edad sugerida: A partir de 12 años
Voces por un laberinto de novelas
Lectura: Memorias de Vladimir
Cita completa: Suez, Perla, Memorias de Vladimir. Buenos Aires: Alfaguara Juvenil, 2007.
Edad sugerida: A partir de 12 años
Lectura: El juramento de los Centenera
Cita completa: Carreras de Sosa, Lydia, El juramento de los Centenera. Buenos Aires: Edelvives, 2009.
Edad sugerida: Para jóvenes y adultos
Lectura: Un secreto en la ventana
Cita completa: Huidobro, Norma, Un secreto en la ventana. Buenos Aires: SM, 2008.
Edad sugerida: A partir de 9 años
Lectura: Octubre, un crimen
Cita completa: Huidobro, Norma, Octubre, un crimen. Buenos Aires: SM, 2008.
Edad sugerida: A partir de 12 años
Lectura: Manuela en el umbral
Cita completa: Pérez Sabbi, Mercedes, Manuel en el umbral. Buenos Aires: Edelvives, 2011.
Edad sugerida: A partir de 10 años
Lectura: Mientras duermen las piedras
Cita completa: Ramos, María Cristina, Mientras duermen las piedras. Buenos Aires: Edelvives, 2009.
Edad sugerida: Para jóvenes y adultos
Lectura: El alma al diablo
Cita completa: Birmajer, Marcelo, El alma al diablo. Bogotá: Grupo Editorial Norma, 1994.
Edad sugerida: Para jóvenes y adultos
Lectura: Desde el ojo del pez
Cita completa: De Santis, Pablo, Desde el ojo del pez. Buenos Aires: Alfaguara
Juvenil, 2008.
Edad sugerida: A partir de 12 años
“Pero ¿dónde termina exactamente El juego de Iván Dragó? Las reglas no están del todo claras y muchos jugadores siguen en la partida aun más allá de esa última casilla. A veces pierden el globo en medio de discusiones: sube y sube y no lo recuperan; en vano lo persiguen mientras se lo tragan las nubes o la noche.
Otros, los más exquisitos, dicen que el juego que importa no es el del tablero ilustrado, sino el primero, el del concurso, la página vacía que cada uno completa con su dibujo, sus planes o sus sueños. Dicen que el verdadero juego es esa página en blanco.
Las conversaciones sobre el juego son más largas que el juego, y sólo se terminan a la madrugada.
Tiremos los dados otra vez.” Pablo De Santis, El inventor de juegos
La lectura es un juego, juego que nos permite avanzar por los casilleros del intrincado tablero de la Literatura. Adelantándose prolijamente uno a uno; demorando más de lo esperado en otro; velozmente y salteando muchos;… pero siempre en movimiento; porque este particular tablero crece en relación a las lecturas de los jugadores: más se lee, más se conoce, más se quiere jugar, recorrer, andar… perderse en el laberinto.
Esta vez el laberinto nos lleva por los caminos de la novela. “… (Del it. novella, noticia, relato novelesco).1. f. Obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes, de caracteres, de pasiones y de costumbres. …” [RAE]En la citada definición plantea la narración de una acción fingida, que interesa al lector y lo lleva a sumergirse en sus páginas- hasta tal punto a veces- que desea entrar en ese otro mundo de ficción. Los que amamos la lectura y queremos perdernos siempre en estos laberintos, pensamos que las novelas son un buen camino para recorrer e invitar a los lectores que aún no “tiran los dados con fuerza”.
Pero novelas hay muchísimas desde la “primer novela moderna” en la cual un hombre enloquecía por leer novelas de caballería hasta los más conocidos y canónicos autores. En este laberinto, hemos decidido perdernos por los caminos de la novela de LIJ, las novelas infantiles y juveniles. Aquellas que atrapan a los niños y a los adolescentes, que narran maravillosas aventuras en las que los personajes deben pasar pruebas para crecer; que viven su primer amor; que investigan hechos que los sorprenden o que se animan a pasar a otras dimensiones, entre otros.
En un laberinto hay múltiples caminos para elegir, al igual que sucede con los textos. Por ello, esta vez optamos por tomar novelas en la que la voz narradora es la del protagonista. Igualmente, como en un laberinto los caminos se cruzan, se mezclan, se funden…estas historias que narran los personajes también son caminos que nos acercan a la novela policial, a la novela de “iniciación”, a la novela de “aventuras”,…
Distintos espacios, la misma voz…
Vladimir, el protagonista de Memorias de Vladimir, nació en Rusia y fue criado por su tío Fedor. Con él y su gallo, Yankl, viajó a la Argentina. Llegaron en barco a un país desconocido, al cual tuvieron que adaptarse para sobrevivir. Esta voz narradora cuenta los hechos, las sensaciones, los sueños y los deseos de un adolescente inmigrante que se convierte en un hombre, luego de atravesar múltiples adversidades. Josep, uno de los personajes de El juramento de los Centenera, también es la voz que plasma las vivencias de estos hermanos que se hacen a la mar desde Italia y en ese viaje, “pierden” algo muy importante. Esta voz narradora no sólo cuenta sino que también hace partícipes a los lectores de sus escrituras.
Esta focalización adolescente o joven posibilita una mirada distinta sobre un hecho tan movilizador y determinante como es la inmigración.
La voz de un investigador
Manuel, el protagonista de Un secreto en la ventana, vive con su hermana y su cuñado. Manuel inicia el texto contando que sus padres murieron en un accidente cuando él era muy chico, que se habían quedado solos con su hermana, que una asistente social los visitaba,…. Narra hechos muy tristes pero mantiene un tono discursivo que aleja lo contado de una visión que apele “a golpes bajos”. En todo el texto, se presentan realidades adversas pero que narradas mediante la voz de un niño “se naturalizan” y se desdramatizan.
También Manuel, protagonista de Un secreto en la ventana, se convierte en un investigador amateur que desenmascara a una red de mafiosos traficantes de estampillas y logra desentrañar el supuesto suicidio de su amigo Don Mauricio.
La protagonista de Octubre, un crimen también es una investigadora amateur. Va a comprar un vestido, para ir – a regañadientes- a la fiesta de su prima Ayelén, y cuando con su mamá intentan arreglarlo, la protagonista halla una carta de alguien que pide ayuda. Esta pre-adolescente decide adentrarse en la Historia de Buenos Aires. Los lectores, “en la cabeza de la protagonista”, la acompañamos en sus investigaciones.
La primera persona protagonista nos permite ser investigadores jóvenes por un rato.
Voces silenciadas
Manuela de Manuela en el umbral es una niña que vive con su tía y su prima – ambas bastante más grandes que ella- en un pueblo de la provincia. Manuela canta y lleva una vida como la de cualquier niña de su edad. Pero esta nena tiene una historia particular, dolorosa y silenciada… La protagonista es hija de desaparecidos. El lector, a través de algunas pistas que va deshojando el texto, infiere esta realidad que se confirma al final de la obra. En esta novela, la focalización de la primera persona protagonista permite que Manuela cuente hechos trágicos de nuestra historia en el mismo tono despreocupado e inocente- no por ello infantilizado- con el que narra sus peleas con Alina, otra niña de su edad. Este mismo procedimiento se observa en Mientras duermen las piedras, la voz narradora pertenece a Lucía, una nena que habita junto a sus hermanos y su madre a orillas de un río, en las afueras de una ciudad. La familia de Lucía subsiste en condiciones muy precarias y su realidad se vuelve excesivamente adversa, demasiado seguido.
Los relatos en primera persona de la protagonista sobre los cortes de la luz a su barrio y cómo esto impacta en su vida cotidiana; la búsqueda de su hermano perdido en el río; la caricia afectuosa de una maestra y del desprecio de otra “… La mía, en cambio, era muy mandona y daba mucho trabajo quererla. Yo hasta le llevé medio racimo de uvas, pero ella no sonrió y no se lo comió. …” resultan impactantes por su desarrollo discursivo.
El recurso de focalizar la historia narrada en la visión de la nena, manteniendo ese tono discursivo antes nombrado- posibilita al lector, acceder a situaciones tristes y propias de la realidad actual pero con un lenguaje trabajado- propio de la literatura- que se aleja de los golpes bajos.
Voces de niños, de adolescentes… voces de hombres que crecen
Las novelas de iniciación son clásicas y podemos establecer una clara filiación con la novela juvenil. Distintos ritos y aventuras – son acordes con la época en que fueron escritas – pero que siempre implican un desafío que deben vivir sus protagonistas. Estos desafíos duelen, molestan, divierten, generan dudas y reflexiones, apasionan y sorprenden. En fin, posibilitan el paso de la niñez o adolescencia a otro tiempo.
Mordejai, protagonista de El alma al diablo, hace partícipes a los lectores de sus cuestionamientos religiosos, sus ideas acerca del bien y el mal, de las dudas que le implican desobedecer a sus padres, de los sentimientos encontrados que le despierta el primer amor. Esta novela narra en muy buen tono las reflexiones y deducciones sobre la vida de un niño judío que decide no tomar su baarmitzvá y “ser judío a su manera”. En la misma línea, se encuentra Maxy, Maximiliano o Máximo- según el nombre que desea usar- el protagonista de Desde el ojo del pez. Llega a Buenos Aires a los diecisiete años. Se muda allí para estudiar Geografía pero en realidad va tras un amor, su primer amor. El protagonista vive primero en una pensión y luego, alquila un cuarto en un edificio viejo que está a punto de demolerse; pero ese lugar, que tiene una ventana que le permite mirar el mundo como desde el “ojo de un pez”. Las vivencias, dificultades y aciertos de este personaje son contadas en esa primera persona, que le permite al lector vivir las aventuras de un chico de la provincia en la gran ciudad.
Todas las voces que son una en primera persona y también son muchas, que le permiten al lector ser protagonista de las historias que éstas relatan. En ese laberinto, hay múltiples caminos que invitan a tirar los dados para elegir la ruta que a cada uno lo haga más feliz y le permita llegar a la meta que es… seguir andando por el laberinto.