El piolín y los nudos
Textos, tejidos y tramas en el taller de lectura y escritura
Elena Stapich (coord.)
ISBN 987-20329-2-0
Autores
Elena Stapich
Carola Hermida
Claudia Segretín
Fernanda Pérez
María José Troglia
Mila Cañón
Raquel Piccio
Soledad Vitali
El piolín y los nudos, un título simple pero que súbitamente diseña en el imaginario la figura de la red: la red de palabras, de sonidos, de percepciones, de sentimientos, de saberes, de relaciones que se gestan, crecen y se expanden en el interior, tan peculiar, de un taller de lectura y escritura.
Tres son las razones que hacen que me sienta feliz y agradecida por haber sido convocada para presentar hoy este libro. La primera es de orden afectivo. Esta obra, recién publicada, es el resultado de la labor responsable y creativa de un grupo de profesionales de la lengua, de docentes que, todas, sin excepción, han sido mis alumnas a lo largo de los años: en el magisterio, en el profesorado, en la licenciatura. Con algunas hemos transitado el ámbito de trabajo y la cátedra. Con Elena Stapich, en especial, que tan productivamente las coordina, compartimos durante más de veinte años los desvelos, los goces, las búsquedas de la labor educativa de quienes nos dedicamos a transmitir y potenciar el universo de las palabras.
El segundo motivo, es de orden estrictamente académico. Integran la obra un conjunto de artículos fundamentados y rigurosos, -varios casi ensayos- producto inequívoco de un doble camino: la experiencia sostenida y la investigación teórica, investigación llevada a cabo, las más de las veces con muchos esfuerzos y recursos propios, por los miembros del grupo Jitanjáfora, en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata. En tales artículos se desgrana el itinerario múltiple del discurso literario, en sus dimensiones lúdica y artística y su impacto en receptores y talleristas de diversas edades y niveles. No falta el gesto de alerta y la reflexión acerca del desafío y los peligros que conlleva el acceso de la palabra poética a los contextos institucionales y la sugerencia de novedosas estrategias constructoras del mágico camino que, aún entre obstáculos, logra hacer posible el fecundo viaje de la imaginación.
A la tercera razón la llamaría, si cabe el término, de carácter proyectivo. Considero que El piolín y los nudos habrá de convertirse en importante apoyo y material de consulta para todos aquellos, y en especial los docentes, que se aventuren en la indagación de módulos expresivos y vías de aprendizaje renovadores.
A partir de un prólogo, en el que Elena Stapich y María José Troglia definen el rol del animador, la función de las consignas y el carácter «cooperativo y democrático» de la labor del taller, el volumen se organiza en tres partes: Lecturas en el tiempo, La animación a la lectura en el espacio del taller y De monstruos, gigantes y dioses.
En el trabajo inicial del primer bloque, bajo un título realmente evocador de delicias de infancia, Que sepa abrir la tapa para ir a jugar, Fernanda Pérez rescata la importancia de la lectura como goce y traza caminos para la construcción de ese placer en la sala del Jardín mediante significativas propuestas cuyo valor más genuino reside en la preservación de cada texto como arte y como disparador de la creatividad.
A continuación Carola Hermida, con Palabras largas, cortitas amarillas y violetas, inaugura sugestivamente una interesante reflexión sobre la función de la literatura y los talleres de lectura y escritura en el Nivel Inicial, a la vez que aporta la descripción de una experiencia con docentes y una variada selección de fichas con propuestas concretas de actividades, prueba irrefutable de que la obra que hoy traemos lejos de ser «una fabricación de escritorio» se fue gestando al calor de la vivencia y la participación. Seguidamente Mila Cañón nos enfrenta con Una magia desafiante, la de instalar la lectura, la lectura viva, la lectura conquistadora, sugerente, en los primeros ciclos de la EGB, con un acto a mi juicio inevitable, pero que muchos melindrosos calificarían de subversivo: desescolarizar el aula. Cierra la sección el planteo de Elena Stapich sobre el siempre renovado problema que supone Leer con adolescentes, provocar construcción de sentido desde el discurso estético, que entra en diálogo con esa subjetividad sedienta de búsquedas y respuestas, propia de la edad de los lectores. Aparecen aquí consignas de trabajo, que además de ejemplificar modos de acción concretos, cada una de ellas tiene la virtud de tender a la provocación del deseo de entrar en los textos para hollar las múltiples perspectivas de la ficcionalidad, y al destierro de la rutina y el automatismo, siniestros y frecuentes fantasmas de las clases de literatura.
Dos autoras son responsables de la segunda sección de la obra: María José Troglia y Claudia Segretín. En el artículo de Troglia: Un taller y otros talleres. Vallas y trampolines a la hora de animar un taller de lectura y escritura, se subrayan aspectos a mi juicio fundamentales: 1ro.) «la responsabilidad teórica, crítica y metodológica» que implica la tarea de guiar un taller de esta índole y que a menudo se desconoce; 2do.) la planificación y, 3ro.) la doble dimensión cognitiva que proyecta este hacer: en el grupo y en el propio animador comprometido en la acción. Propuestas diversas para leer y / o escribir completan el trabajo. Por su parte, Segretín En el umbral de la lectura: llaves y ganzúas para abrir textos ofrece algunos instrumentos para violar puertas mágicas, desencriptar secretos e iluminar caminos alternativos el los universos de las palabras.
El último bloque se aventura tras las huellas y las historias De Monstruos, Gigantes y Dioses que pueblan secularmente el imaginario. Carola Hermida y Fernanda Pérez, tras registrar su objetivo: Leer como los dioses, describen la experiencia de un taller de lectura y reescritura de textos mitológicos en el que se hace posible hasta «Un diccionario reivindicatorio de monstruos». Por parecido itinerario, Entre monstruos, fantasmas y gigantes, transitan Raquel Piccio y Soledad Vitale para deconstruir y construir de nuevas maneras las figuras y sentidos legitimados de la literatura universal, inaugurando otras lecturas para el género de terror. La reflexión de Mila Cañón acerca de la relación entre los Talleres literarios y la construcción del canon anuda, en el cierre, los variados piolines tendidos por estas autoras, incansables formadoras de lectores. Cabe mencionar aún la excelente y muy actualizada bibliografía crítica, subyacente en este libro y la extensa nómina de fuentes literarias expuesta en las últimas páginas, inmejorables llaves y pistas, a la hora de instalar el rito de la lectura en el taller.
Del libro al mundo. El mundo es al fin el texto que todos tenemos que leer, pero de nosotros, los educadores, depende que se convierta también en una zona mágica, llena de puertas encantadas hacia otros mundos posibles, donde sea bueno escribir la vida, fundarla hacia la esperanza. Creo que a ello contribuye esta obra de hoy. María Angélica Álvarez