Alicia en el país de las maravillas
Alicia en el país de las maravillas
- 15 abril, 2020
- Posted by: Jitanjáfora
Alicia en el país de las maravillas
Lewis Carroll
Ilustraciones originales de John Tenniel
Buenos Aires
Alianza
1994
Cantidad de páginas: 207
Es muy probable que este tiempo de aislamiento que estamos viviendo sea una oportunidad para reencontrarnos con viejos libros de nuestras bibliotecas. Podría ser el caso de Alicia, de Lewis Carroll, que casi no necesita presentación. O sí. Desde Disney a Tim Burton, pasando por innumerables versiones y adaptaciones en todos los lenguajes, Alicia en el país de las maravillas ocupa el status de clásico de la literatura y tal vez le suceda lo que a muchos clásicos, según la idea de Italo Calvino: convertirse en un libro del que todos escucharon hablar pero muy pocos leyeron.
Elijo la versión que tengo en casa, un libro “serio”, bastante extenso y poco llamativo, pero cercano a lo que quiero encontrar: una versión cuidada, bien traducida, con un estudio preliminar de Jaime de Ojeda, con las ilustraciones originales de John Tenniel.
El libro se editó por primera vez en 1865 y desde ahí empezó a rodar, dando letra a todos los que quisieron leer cosas diferentes en él. No resulta casual que se haya estudiado desde tantas perspectivas diferentes, porque justamente el proyecto del autor consistió (en parte) en poner patas arriba el concepto de lo real como algo inamovible, tan transparente, tan unívoco. “¡No estoy loco! Simplemente mi realidad es diferente a la tuya”. Desde este concepto de “locura”, navegando (o cayendo) por las metamorfosis, la distorsión del lenguaje, el mundo de los sueños, la alucinación, la paradoja, la fantasía, el surrealismo… todo parece estar condensado en el mundo de Alicia, a veces agrandado y otras minimizado, según los tiempos de la crítica resaltaron un aspecto u otro.
Me quedo con esta idea (que tomo un poco prestada del psicoanálisis): Alicia es una niña que pide un cuento, porque vive en un mundo opresivo de normas y castigos, casi siempre arbitrarios y sin sentido, un mundo que reprime la fantasía y la imaginación. Una niña que se pierde y no alcanza a entender lo que pasa, cuando ya cambiaron otra vez las reglas. El humor, el sinsentido o el disparate, el sueño y las alteraciones del lenguaje sirven al propósito del escape, de la ruptura de esas normas, al menos por un rato, mientras dura el sueño, mientras dura el cuento. En definitiva, ¿cuánto dura el tiempo de la ficción?. Como dijo el Conejo Blanco: “¿Cuánto tiempo es para siempre? A veces, sólo un segundo”.
María José Troglia (abril 2020)