Una casa bien abierta
Una casa bien abierta
Pessoa Rosa, C. y Legnazzi, C.
Buenos Aires
pequeño editor
2004
Marcos es un niño particular… juega en invierno, en una playa solitaria, pero no con baldes y palitas, sino con las letras. Prueba sonidos con la palabra “casa”: la separa en sílabas, la susurra, la imagina y sueña, la pronuncia a los gritos… pero nadie lo escucha. Aprovecha la soledad, prueba más sonidos y realiza un gran descubrimiento: ¡puede escribir la palabra casa en la arena!, aunque, luego, las olas la borren y nadie venga a buscarlo, tampoco, esta vez. Sin embargo, otro gran descubrimiento relacionado con las palabras lo sorprenderá y le permitirá sonreír.
Carlos Pessoa Rosa, es un médico y escritor brasileño. En Una casa bien abierta invita al lector inicial –al que comienza a descubrir las palabras- a formar parte del juego y a todos los lectores a dejarse conmover por esta historia de un chico de la calle.
Claudia Legnazzi, su ilustradora, realiza un maravilloso trabajo con las imágenes. Piedras, vidrios y maderas moldeados por el mar, caracoles, algas marinas, fósforos… se convierten en la materia prima de su ilustración. La intervención que la naturaleza marina hizo sobre estos materiales es el punto de partida desde el que Legnazzi plantea la estética de este libro. Los pinceles transforman vidrios –que han sido redondeados por el mar durante años- en casitas multicolores; las piedras, en coloridos pececitos y barcos; caparazones de antiguos caracoles cobran vida… el paisaje nos sorprende y nos invita a releer y redescubrir el mar y sus historias.
Raquel Piccio
(octubre de 2014)