Compiladores: Esther María Mora

Año: 2016

Título: Había una vez
Autor: Andruetto, María Teresa; Legnazzi, Claudia
Editorial: Calibroscopio
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2012
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Título: Lo que quiere una mujer
Autor: Escriña Marti, Estrella
Editorial: Calibroscopio
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2010
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Título: La joven Tejedora
Autor: Colasanti, Marina
Editorial: Global Editora
Lugar de Edición: Brasil
Año: 2012
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Título: Cenicienta
Autor: Perrault y Roberto Innocenti
Editorial: Macmillan
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2012
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Título: La piedra de la paciencia
Autor: Canela
Editorial: Sudamericana
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2006
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Título: La historia de Julia, la niña que tenía sombra de niño
Autor: Bruel, Christian; Bozellec, Anne
Editorial: Calibroscopio
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2013
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Título: La niña, el corazón y la casa
Autor: Andruetto, María Teresa
Editorial: Sudamericana
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2015
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Título: Por favor, vuelve a casa
Autor: Nöstlinger, Christine
Editorial: Norma
Lugar de Edición: Colombia
Año: 2010
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Título: Genealogía de una bruja: Libro 1, La pequeña bruja y Libro 2, Brujas y Hechizos
Autor: Lacombe, Benjamin (Ilustración); Perez, Sébastien (Texto)
Editorial: Edelvives
Lugar de Edición: España
Año: 2009
Más info: Libro álbum ilustrado, edición de coleccionista

Título: Los días del Venado; Los días de la Sombra; Los días del Fuego
Autor: Bodoc, Liliana
Editorial: Norma
Lugar de Edición: Buenos Aires
Año: 2000, 2002, 2004
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Probablemente para alcanzar sueños y deseos, tanto lectores como lectoras, podemos encontrar nuevos caminos en los textos propuestos; en ellos descubrimos a Scheherezade, la contadora de historias extrañas y misteriosas (como las que narran Anú, Saläh, Ghuta y Sura) que encantan al Visir, su marido, quien postergó la muerte de su mujer para escuchar esas historias. Entonces nos adentramos a los trayectos lectura, de escucha, de magia.
• Trayecto de telares y búsquedas

que nos llevan a revelar lo que desea una mujer, como lo hace el caballero del cuento de Chaucer que recorre distintos parajes y reinos; manifiesta lo poco que sabe de las mujeres y por ello puede perder su vida. Deseos de ser ella misma y decidir por sí misma, le confiesa una bruja-hada-mujer que se le aparece al final del camino y lo salva; como en definitiva ocurre con la joven tejedora, cuyas bellas texturas nos deleitan en el libro-álbum de Marina Colasanti, ilustrado por las bordadoras Dumont .

Deseos que leemos con otra mirada en la Cenicienta de Perrault, con ilustraciones de Roberto Innocenti. O la búsqueda de una joven madre de la paciencia en el relato de una leyenda japonesa, recreada por Canela.
• Trayectos inquietantes

como el de Julia, una niña que recibe reproches de su madre porque no se comporta como se espera de ella: “Casi un muchachito ¡eso es lo que eres”. La historia es un cuestionamiento a los estereotipos sexuales y a la concepción de género como una construcción social. También nos conmueve Tina, la niña de la

novela de Andruetto, que sufre la separación familiar pero con la fuerza y la inocencia de su amor de cinco años, derriba tristeza, miedos, ausencias (de otras mujeres) y es capaz de unir el corazón y la casa.

Asimismo nos perturba el relato de Erika, que nos cuenta su pesquisa para hallar a su hermana adolescente de 14 años, que ha huido de su casa, a partir de reconstruir sus últimos pasos. Historia potente, en la cual los conflictos familiares, la rebeldía adolescente y la dureza de la vida se manifiestan en la voz de una niña que busca recuperar los lazos familiares.

• Trayectos entrelazados por la magia

Que todas las mujeres (y las nenas y las viejitas amorosas, ja) son brujas, en mayor o en menor medida; cuanto más las que no escarmientan y quieren tomar la palabra para decir: “Aquí estoy yo, y viene a quedarme” (Graciela B. Cabal: Prólogo de Mujercitas ¿eran las de antes?, Sudamericana, 1998)

Si de mujeres y de brujas se trata, entonces encaminemos nuestra lectura hacia el recorrido de leyendas, mitos, tradiciones y hechos reales que aparecen en los dos libros de Genealogía de una bruja: La pequeña bruja y Brujas y hechizos.

Y así llegamos, acercándonos al fin de este itinerario, a los

• Trayectos de la memoria

que podemos recuperar a través de los personajes mujeres de la épica fantástica de la autora mendocina Liliana Bodoc: La Saga de Los Confines.

La primera que se nos aparece es vieja Kush, abuela-madre de los hijos de Dulkancellin; la encargada de hacer el pan de maíz, y contar historias que mantienen viva la memoria y las tradiciones. También se relaciona con la Muerte como así también su nieta.

Wilkilén, la más pequeña de los hijos de Dulkancellin, la inocente, cuya alma se empecina en no crecer, es la única que puede dialogar con la Sombra, la Muerte, la que puede hacer cambiar sus designios; la que se transforma en la Destrenzada y vive momentos de amor en el bosque, con su enamorado el Brujo que tiene toda la belleza de la creación Welenkín.

Nakín de los Búhos, participante del Concilio de las Tierras Fértiles, la hiladora de la polifonía presente en toda la saga y como narradora, la conocemos en el tercer y último libro, a pesar de las pistas que se vislumbran a lo largo de la narración.

“Creo en la memoria como herramienta de transformación. Esa que casi mágicamente, es capaz de modificar el pasado […] la memoria como conocimiento, como sanación. (Entrevista de Vanesa Rodríguez a Liliana Bodoc, en Academia LIJ, 15/09/2013)

Nanahuatli, la princesa que recorre todo un continente para encontrarse con su amado, ayudada por el Brujo Halcón, quien será su aliado en su búsqueda y en la espera.

Acila, del País del Sol, que no es una joven sensual ni una sabia ni una guerrera sino que es una mujer de mediana edad, de gran astucia y ambición, estratega del yocoy, es quien trama la venganza de su Casa pero también trama una conspiración, que descubrimos avanzada la historia.

Las mujeres de los Pastores dan vuelta el resultado de una batalla, inmolando sus vidas.

Vara, nacida con su gemelo Aro de una escardadora y Zorás un mago del Recinto. Será preparada y educada en las virtudes, a partir de sus doce años, por las Nuberas (mujeres-hadas, magas, amantes de la vida y de las pasiones) para más tarde encabezar la rebelión de las manchas, de los sometidos, en los juegos de la arena.

La Saga finaliza con una canción-juego de una anciana con los niños: “Hago la ronda de la serpiente/ ronda que junta la cabeza y la cola/que estaba partida/y se hizo redonda. La profecía que los sabios buscaron en las Tierras Fértiles y en las Tierras Antiguas, preguntándole a los códices cifrados y a las lenguas remotas, permanecía a salvo en un juego infantil, resguardada en la memoria de las criaturas sencillas. Andaba, como todas las verdades, descalza y al aire libre”. (Bodoc, Liliana (2004) Los días de fuego, p.465)