Crónicas en rojo
Crónicas en rojo
- 6 mayo, 2020
- Posted by: Jitanjáfora
Crónicas en rojo
A.A.V.V.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
La Estación
2018
128 páginas
La crónica periodística ha sido sin duda un género en expansión durante el siglo XX y se ha consolidado en los últimos años. En esta antología, la editorial La Estación propone una selección de textos que permiten construir una genealogía de la crónica en Argentina.
En primer lugar, el lector encontrará una selección de Memorias de un vigilante de Fray Mocho, donde la perspectiva del ex comisario de la Policía Federal impera al mostrar el mundo del hampa porteño. Por su parte, en “Me voy a suicidar, vivo en Uruguay 694”, Roberto Arlt cuenta lo que sucede cuando una mujer que llama al diario en el que él trabajaba, Crítica, y pide que le envíen un reportero a su casa.
Si de cronistas argentinos hablamos no podía quedar afuera Rodolfo Walsh, pionero que contribuye a darle forma al género. En “Yo también fui un fusilado”, el autor utiliza un narrador en tercera persona para seguir de cerca a Juan Carlos Livraga, obrero bonaerense, en los hechos que precedieron y sucedieron a la masacre de José León Suárez.
Los autores incluidos en la antología se vinculan con distintos medios periodísticos del país. “El caso Robledo Puch” de Osvaldo Soriano no es la excepción y fue escrito ante el pedido del dueño del diario La Opinión en 1972. Cronológicamente, Soriano reconstruye momentos importantes de la vida de uno de los asesinos más mediáticos de la historia argentina.
Los últimos tres textos son contemporáneos. El primero de ellos es “Dos crónicas” de Enrique Sdrech que se centra en hechos delictivos sin resolver, de los que nunca se supo el móvil ni los culpables. En “Tres tristes tazas de té”, Leila Guerrero recupera la historia de Yiya Murano, la envenedora de Monserrat. Se destaca la narración de varios encuentros que la periodista tuvo con Yiya en 2003, donde logra delinear una figura tan sorprendente como fascinante.
Por último, se puede leer un fragmento de Chicas muertas de Selva Almada. Aquí la autora comienza el relato en su Entre Ríos natal con su primer recuerdo de un femicidio, aunque en ese momento no se llamara así a los asesinatos de mujeres por el simple hecho de serlo. Esa es la punta del iceberg de muchos nombres tristemente célebres cuyas muertes la mayoría de las veces quedaron impunes.
Algunos datos contextuales aquí señalados no constan en Crónicas en rojo, disminuyendo el potencial significante de los textos, ya que este tipo de relato periodístico no solo dice acerca del caso puntual que reconstruye, sino también habla acerca de una época.
Ayelén Bayerque (abril, 2020)