Donde la ciudad termina
Ruth Kaufman y Daniel Roldán
Buenos Aires
Pequeño Editor
2014

Este libro propone, abre el juego e invita  al lector a construir esta historia en la que corren en paralelo y luego se entremezclan el relato y la poesía.

Desde la primera página el niño y su padrastro entablan una conversación en la que las preguntas son las protagonistas, preguntas en apariencia sencillas que esconden una profunda y muy poética reflexión sobre las cosas, su forma y su color.

“El camionero”, como nombra el niño al novio de su mamá, despierta su curiosidad, propone un juego de preguntas en las que este se verá sorprendido y atrapado, interpelado por cosas que jamás se había cuestionado, como por ejemplo, ¿qué color tienen los ojos de tu madre?, ¿has visto cuando llueve sobre el agua? ¿de qué color es el río?

Niño y adulto no son categorías separadas, sino que ambos se dejan sorprender y miran todo como por primera vez. Hacia el final del texto, es el niño el que propone una respuesta para el nombre del color del río ya que ha experimentado ese espacio con todos los sentidos.

En busca de ese río, lugar desconocido para el niño y su mamá, ubicado donde termina la ciudad, también el viaje es una aventura al descubrir que los límites se extienden y que el mundo es más vasto que lo conocido.

Donde la ciudad termina comienza la aventura, la imaginación y la creatividad de niño; el color del río, como de los seres y las cosas en general necesitan más de una mirada.

Cintia Belén Pellegrini
(Mayo de 2015)