El espejo africano
El espejo africano
Liliana Bodoc
Buenos Aires
Ediciones SM
2009
Hay objetos que jamás nos pertenecerán del todo. No importa que se trate de antiguas reliquias familiares, pasadas de mano en mano a través de las generaciones. No importa si los recibimos como regalo de cumpleaños o si pagamos por ellos una buena cantidad de dinero… Estos objetos guardan siempre un revés, una raíz que se extiende hacia otras realidades, un bolsillo secreto. Son objetos con rincones que no podemos limpiar ni entender. Objetos que se marchan cuando dormimos y regresan al amanecer. Así comienza esta novela, ensayando una definición de los espejos que vale también para los libros, al menos para los libros de esta autora que sabe cómo inaugurar mundos diferentes y habitarlos lentamente con personajes entrañables que entran y salen de la historia dejando surcos, cicatrices en la piel del libro y del lector. Libros que siempre tienen bolsillos secretos y se extienden hacia otras realidades. La novela cuenta con la sencillez y la maestría del lenguaje a la que nos acostumbró Bodoc la historia de un espejo, que pasa de mano en mano a través de países, de tiempos y personas. Un pequeño espejo enmarcado en ébano que se ofrece como regalo de bodas sirve para enlazar los destinos de personajes tan inimaginables como una esclava africana y su hija, San Martín, un joven violinista español… En todos los casos lo que los mueve es la búsqueda de la libertad, de la propia y de la de los demás, al ritmo de los tambores. En un pequeño espejo cabe el mundo entero y no hay mejor ejemplo que esta historia, que es una y son muchas, que es de un lado y es del otro, que es de aquí y de más allá. En el revés de las cosas suele estar la verdad… Del derecho y del revés, un libro que reafirma a Liliana Bodoc como una de las mejores narradoras argentinas actuales.
María José Troglia