El hilo
El hilo
Gimenez, Eduardo Abel y Degliuomini, Claudia
Buenos Aires
libros-álbum del eclipse
2011
40 p.
Tapa de libro: papel, dedal, tijera, carreteles casi acabados y una máquina de escribir con una tinta especial: un hilo. Primera página de ese libro: imágenes, letras y un hilo, que da una vuelta y se enlaza con el de la tapa… Páginas, páginas. Últimas dos páginas del mismo libro: una nueva hebra, del mismo hilo, que se une a las últimas letras y, también, al abrigo de la una mujer ilustrada que mira el texto. Así se propone la lectura y la escritura en el libro El hilo, de la colección de libros álbum del eclipse: como una sucesión de voces cosidas.
Dice la colección ser “Para chicos y grandes. Libros para leer mirando”. Esto parece ser condición necesaria para este texto-imagen que exige de los lectores una exploración constante y atenta, capaz de dar vueltas y vueltas las páginas para intentar develar la historia o las historias. Historias que, en una primera lectura, parecen sin relación alguna más que compartir el mismo espacio. Pero las distintas escenas cobran valor al percibir la costura, lo que une cada página, y al llegar a la última, donde se reconstruye una historia relacionada con la soledad y el camino. ¿Qué personajes se entrelazan? Un capitán y su barco, pájaros, la lluvia y otros que apenas se nombran o son reconocidos a partir de las imágenes de una luna, una vaca, un hombre. Porque es que aquí el sentido se construye, minuciosamente, en la tipografía (alternancia entre letras tipeadas por una máquina de escribir y otras cosidas), en la sugerentes ilustraciones de Degliuomini y en un texto (para armar y rearmar) de Gimenez.
Entonces, se propone una escena de lectura para un artesano, alguien que tome una hebra antes de abrir El hilo, cosa, borde, una y desuna, y no la suelte hasta terminar.
Rocío Malacarne