El sendero
El sendero
- 2 mayo, 2021
- Posted by: Jitanjáfora

El sendero
Mariano Díaz Prieto
Buenos Aires
Adriana Hidalgo Editora
Colección Pípala
2020
56 páginas
Los libros de Mariano Díaz Prieto juegan con una de las cuestiones que el álbum pone sobre la mesa para discutir: la edad de los destinatarios. Y lo hacen tan bien que el lector hasta se olvida de esa pregunta. En este caso, además de abrir signos de interrogación y hacernos cuestionar las categorías, hay otro desplazamiento interesante. Si recorremos los sitios de Internet que promocionan el libro, resulta sorprendente y hasta divertido chequear las etiquetas que se usan para clasificarlo. Vemos por ejemplo que «Este libro trata de: Búsqueda de la propia identidad, Aventuras, Viajes iniciáticos, Meditación, Naturaleza, Viajes fantásticos, Fantasía, Libros de imágenes, Álbumes, Mujeres, Trabajos, Miedos». Es decir, es un libro que trata de muchas cosas y lo más interesante es que para tratar todo eso de lo que trata no usa ni una sola palabra. Si seguimos jugando con la información paratextual o extratextual hay otras rupturas, por ejemplo en la contratapa del libro se lee: «Un joven despierta en un lugar peligroso», sin embargo los reseñistas hablan de una mujer, lo que nos lleva a preguntarnos si la ilustración (único lenguaje que se utiliza) no es lo suficientemente explícita como para que se haya establecido esa diferencia. O si ni siquiera importa en este caso el género para la historia que se quiere contar.
El sendero es la historia de una chica (o tal vez de un chico de pelo largo) que está viajando. La portada la muestra en una secuencia que va del sueño al despertar y luego se pone en movimiento en un tránsito que incluye ascensos, descensos, recorridos, descubrimientos. El viaje por un territorio que asociamos con la cultura andina puede ser real, puede seguir soñando o tal vez hasta podría estar experimentando con alguna sustancia alucinógena. Hay un guía -con los ojos vendados- que ayuda a ver, a descubrir escenarios extraños, oníricos o surrealistas, donde se mezclan las personas que reconocemos, sus trabajos, sus plantas y sus símbolos culturales con monstruos, formas indefinidas, seres míticos o elementos conocidos recontextualizados. Hay un trabajo muy interesante con las magnitudes que produce extrañamiento, la escala modificada y el animismo, los elementos fuera de lugar en una naturaleza rara, desconocida, invitan no sólo a contemplar, sino también a ver (con o sin los ojos) un mundo gobernado por fuerzas o energías que van más allá de nosotros.
Los símbolos, los arquetipos, como dice el propio autor, dan consistencia y coherencia a un universo que por momentos es intertextual, por momentos totalmente nuevo y raro pero que sin dudas no nos deja indiferentes. Las ilustraciones simples, sintéticas, combinan ambos mundos.
Si tuviera que agregar una etiqueta a las que ya han puesto para clasificar este libro sería «extraño». Y por eso propongo descubrirlo.
María José Troglia
Mayo 2021