El señor Medina
Iris Rivera
Ilustraciones: Gustavo Roldán (h)
Editorial Colihue
2011

Que las palabras pesan según cómo, cuándo y quién las diga ya lo sabemos. En la  familia Medina, antes de decir una palabra, se la mide. Sí, piensan cuánto mide cada una y cuando encuentran la que cabe en el lugar exacto, recién ahí la dicen. El señor Medina aprendió primero a medir y luego a pesar y de este modo utilizaba palabras cortas y livianas, lo que hacía que todos piensen que era una persona muy amable, prudente y comprensiva. Un día se dio cuenta de que las palabras también tienen color… y que todo su vocabulario era todas gris…y entonces pensó que algo andaba mal…

Iris Rivera usa el lenguaje como materia prima: juega con las palabras y en una complicidad perfecta con el ilustrador desafía las normas de lo correcto, lo permitido, lo esperable en un libro para niños. Una estética que no responde a estereotipos, una crítica a ciertas normas sociales que hacen que nos esforcemos por edulcorar el discurso en pos de agradar a los demás. El señor Medina saca sus manos de los bolsillos porque necesitaba que sus palabras tengan colores.

Ganador del primer premio en el Concurso Nacional Docente de Cuentos Infantiles (1990), se reimprime una y otra vez en el marco de la colección Cuentos del Pajarito Remendado, serie celeste (cuentos de grandes autores argentinos). Pensar en el contexto de producción, reafirma el carácter disruptivo de esta obra que, casi treinta años después, sigue desafiando a grandes y chicos.

Marianela Valdivia