La durmiente
La durmiente
Andruetto, María Teresa
Istvansch
Buenos Aires
Alfaguara
2010
Desde su título, se plantea el carácter intertextual y se anticipa la resignificación de los hechos relatados, mediante la elisión del adjetivo. También el epígrafe de José Martí: “Había una vez una princesa a quien despertó, no el beso de un príncipe, sino una revolución”, juega un papel crucial en la disposición para la lectura.
El texto se estructura a partir de una dinámica que recupera los saberes colectivos en torno al cuento maravilloso, los reformula y los enuncia, en un juego metadiscursivo, que se plantea desde una mirada nueva, más social, más comprometida, más crítica. Las ilustraciones también operan con el recurso del intertexto, incorporando y transformando obras plásticas de carácter social y también otros textos o fragmentos, propios de la circulación social y de los medios, que ponen en cuestión algunos elementos del género.
Andruetto decide contar con austeridad de ornamentos, incorporando los silencios como portadores de significado. En consonancia, Istvansch, elige la ausencia de color para poner de relieve a los protagonistas de esta historia y explicitar el diálogo que se entabla entre la mirada hegemónica y esta revisión crítica.
Esta dupla, una vez más, logra un texto integral, pulido y conmovedor.
Fernanda Pérez
(Mayo de 2011)