Perlas de bruja
Perlas de bruja
Mó, María Rosa
Leicia Gotlibowski (ilustradora)
SM
2013 (Edición especial para el MEN)
Como un collar, este libro enhebra cuentas/cuentos/perlas unidos por el hilo de la palabra y la imagen. Se inicia (¿se inicia?) con el amanecer de una niña bruja que despierta a su adolescencia. Las páginas van pasando, como las cuentas de un collar, como las horas del día, mientras la protagonista descubre y evoca recuerdos, legados, palabras, deseos, sensaciones. El lector, de su mano, comparte este recorrido y también vislumbra a partir de una ilustración profundamente poética y sugestiva, sentidos múltiples. El texto invita a pasar las cuentas lentamente, disfrutando el placer estético de sentir el brillo, la belleza y la tersura de la perla que se construye en cada página. A medida que avanzamos, cada puntada en el hilo del relato se interna en la noche del aquelarre. La bruja de se prepara para ese momento: collar de caracolas y de perlas, capa negra, “negro su vestido /negro su sombrero”, “medias de tul / con telarañas”. Del mismo modo, la lectura se va vistiendo con diversas capas: algunas oscuras y compactas; otras leves, con entramados porosos por los cuales pueden entreverse connotaciones diversas. Anochece en la trama del libro, en el día de la bruja, en la experiencia del lector que al igual que la protagonista “vuela en la noche”, “huele el aire”, “roza nidos”, “canta”, “juega”. Juntos, “temen más a la luz / que a su propio silencio”. Es que se trata de un libro que escapa a la claridad, a la nitidez, a los límites. La niña bruja se encuentra en el borde de su infancia y un nuevo tiempo se anuncia en su cuerpo, en sus preguntas; el lector infantil se siente interpelado por ciertas aristas de la historia, y el adulto ilumina tal vez, otros vértices; la escritura no se encuadra en ningún margen genérico determinado; la ilustración insinúa, abre, no clausura. Es por tanto, una propuesta que se aloja en lo difuso, en lo circular, en el devenir infinito de las perlas de un collar. Cuando llega la sombra del sueño, el libro termina (¿termina?) invitándonos a volver, exigiendo la relectura, proponiendo una vez más buscar el amanecer que dio inicio a la historia.
Perlas de bruja implica un desafío, exige un trabajo al lector y plantea caminos diversos. A partir de un personaje sumamente presente en la literatura para niños instaura un pacto de lectura que evita los estereotipos, el encasillamiento, la huella fácil y transitada; opta en cambio por un devenir más desafiante (y por tanto profundamente placentero) e invita al lector a recorrerlo en “caballos que atraviesan sombras”.
Perlas de bruja, escrito por María Rosa Mó e ilustrado por Leicia Goglibowski, obtuvo el premio “Destacado de Alija” en 2008 y la Mención por sus Ilustraciones en ese mismo año.
Carola Hermida