Piedra, papel o tijera
Piedra, papel o tijera
- 5 mayo, 2022
- Posted by: Jitanjáfora
Piedra, papel o tijera
Inés Garland
Buenos Aires
Santillana (Loqueleo)
2018
Novela
187 páginas
Si el título de esta novela convoca al juego compartido, a mostrar la mano, a la expansión gestual, su tapa en cambio presenta la imagen de una niña o una joven replegada, con la cara oculta entre los brazos cruzados, no hay mirada, no hay manos que jueguen, no hay identidad que se pueda reconocer más que por un cabello rubio largo. Y esa puede ser una buena imagen para empezar a hablar de este libro. La historia juega un poco -como “Piedra, papel o tijera”- a anticipar lo que vendrá, a robarle al otro el gesto futuro para poder ganar algo. En este mundo de los niños que empiezan a ser jóvenes hay muchos gestos que ligan y otros que separan. Manos que se dan y otras que se esconden, allí donde se terminan los códigos comunes, los gestos cómplices, porque crecemos o porque dejamos de
entendernos. Y el tiempo siempre está ahí, como el río, para decir en sus idas y vueltas que las cosas no permanecen, que el tiempo de la infancia se acaba y el mundo golpea fuerte, aunque no se entienda el mensaje la mayoría de las veces y quedemos llenos de preguntas.
Alma es una niña casi joven que en sus visitas de fin de semana a su casa del Tigre construye un vínculo de amistad y amor con dos hermanos, sus vecinos. El mundo de la isla se expande para que otros personajes vayan tomando cuerpo (a veces unos cuerpos algo fantasmales, que aparecen y desaparecen con los vaivenes del agua) y por momentos se cierra, oprime, se pone triste y pesa. Los límites entre la vida isleña y lo que sucede en Buenos Aires no se diluyen, hay una marcada diferencia entre los espacios, los tiempos y las experiencias. Hasta que la búsqueda de explicaciones se hace tan imperiosa que los viajes a otros barrios y a otras realidades llevan a Alma a salir definitivamente de su zona segura, cosa que viene haciendo desde siempre para escapar del cerco de su conservadora familia.
La ciudad tanto como la isla pueden ser espacios de soledad y de incomprensión, donde los personajes se sienten desamparados o arrastrados por las fuerzas de la naturaleza tanto como por las fuerzas sociales, políticas, económicas y hasta por la muerte. La novela aborda muchos temas y problemas, como la última dictadura cívico militar en Argentina así como el descubrimiento de la sexualidad, la amistad, las diferencias de clase y posición social, la asimetría entre los adultos y los chicos… pero lo más interesante que plantea es la posibilidad de la reparación, de la reconstrucción de las historias a partir de los hilos sueltos, de los restos, como si fueran las maderas que flotan en el río. Si hablamos de la identidad y lo atamos al contexto que refiere la historia esto es particularmente interesante.
Más allá de la cantidad de elementos que se pueden “trabajar” a partir de la lectura de la novela, porque los pone en escena y los reflexiona, la escritura de Garland es particularmente sensible, lleva al lector por aguas a veces turbulentas y a veces más conocidas, pero no lo deja indiferente porque siente que hay mucho por contar. “Piedra,
papel o tijera -dijo-. Si perdés, me contás.”
María José Troglia
mayo 2022