Semillas de cabañas
Semillas de cabañas
Philippe Lechermeier y Éric Puybaret
Madrid
Edelvives
2007
Semillas de cabañases un libro que cuenta un viaje imposible y una tarea minuciosa y quizás inútil, un libro que va germinando página a página, como si la lectura fuera el riego que necesitan estas semillas de color e imaginación para crecer cada vez más desafiantes, más poéticas, más sorprendentes. El álbum toma el pretexto de un diario de viajes, el viaje del explorador Alfonso Cuchitril por lugares imposibles y lejanos, para encontrar semillas de cabañas, de casas a veces increíbles, exóticas, como la cabaña hecha de naipes, o la cabaña donde siempre es de noche, la cabaña de pájaros, la cabaña de hielo o las cabañas desaparecidas (primitivas, caníbales, bíblicas). En el origen de estas casas extraordinarias siempre hay una semilla, un deseo (¿cómo no desear una cabaña fuera de lo común, magnífica y misteriosa si uno se llama “Cuchitril”?), semilla que se puede recoger para multiplicarla, para atesorarla, para trasladarla a otro sitio, aunque al viajero explorador le cuesta bastante retener algunas de ellas, especialmente las semillas de cabañas que se comen (como la cabaña de papas fritas amarillas y crujientes o la cabaña de chocolate de Hansel y Gretel) o las que se dispersan sin que uno lo quiera.
Los lugares que recorre a veces existen y a veces no, las casas a veces se parecen a las que se conocen, pero casi siempre no, el libro por momentos se parece a otros de la editorial y del autor que hemos leído, pero por momentos no, es único y sorprendente, el tono poético y el despliegue de las ilustraciones sumados al formato grande hacen que nos den ganas de ponernos a sembrar semillas de cabañas para que en nuestro propio jardín crezca algo donde se pueda habitar aunque sea por un rato, una casa en el árbol, un escondite, un libro ilustrado.
María José Troglia
(Abril de 2014)