Una extraña seta en el jardín
Una extraña seta en el jardín
- 6 mayo, 2020
- Posted by: Jitanjáfora

Una extraña seta en el jardín
Luis Eduardo García y Adolfo Serra
México
Fondo de Cultura Económica
2018
56 páginas
Marmotas en una nube. Liebres patinando sobre el hielo.
Tiranosaurios bailando la polka.
Murciélagos en un globo de cristal.
El mundo puede
y debe ser otra cosa (p. 9)
Este libro del poeta mexicano Luis Eduardo García, ilustrado por Adolfo Serra, recibió el Premio Hispanoamericano de Poesía 2017, pero nunca se publicó en nuestro país. A partir de una iniciativa de la editorial, Fondo de Cultura Económica, surgida debido al contexto de aislamiento social obligatorio que muchos países estamos viviendo, Una extraña seta en el jardín estuvo disponible durante algunas semanas para su lectura online (accesible desde la web https://www.fondodeculturaeconomica.com/gratuita). Los textos poéticos breves de García se conjugan con las ilustraciones de Serra, acuarelas gigantes que ocupan todo el espacio de la página y sirven de lienzo en el que se disponen las palabras.
Algunos poemas pueden leerse en serie, como aquellos que versan sobre la muerte. El primero se llama “Te explico esto a tus cinco años”, en el que un papá le cuenta a su hijo/a acerca del fin de la vida. Este texto, de alguna forma, continúa y se transforma cuando el destinatario tiene quince y cincuenta años, y se percibe el paso del crecimiento al envejecimiento. Por otro lado, en los poemas titulados “Naturaleza” el cuerpo humano, los animales y un amplio universo botánico se hacen presentes siempre en relación con la percepción sensorial. En uno de ellos aparece el siguiente fragmento “De vez en cuando hay que alejarse de la luz/ y la belleza./ La potencia también vive en otras partes” (p. 23). Es difícil no vincular lo que leemos en este momento con lo que pasa por nuestros cuerpos y nuestras cabezas estos días de cuarentena. Como sucede con aquellos poemas intitulados “Un nuevo comienzo”, de donde extrajimos el epígrafe de esta reseña. También hay lugar para lo lúdico que dialoga con las ilustraciones coloridas de Serra. Por ejemplo, en “Cuentos para dormir niños fantasma” personajes fantásticos como gusanos zombies y medusas/calamares vampiros son protagonistas de breves historias de identidad y amistad.
En estos textos lo vincular juega fuerte. Hay un detenimiento de la voz poética en cómo vivimos en relación con el otro, en cómo un movimiento de uno de nosotros puede modificar algo más grande que nuestra propia existencia.
Ayelén Bayerque (abril, 2020)